ENSAYO
COMO SE EMPLEA O SE REFLEJA LA FELICIDAD
EN NUESTRA VIDA PROFESIONAL
El
trabajo es considerado como el “esfuerzo humano aplicado a la producción de
riqueza” y precisamente en el proceso de formación se aprende que trabajar es
la única forma decente de satisfacer las necesidades básicas de un ser humano
en un ciclo que comprende laborar, recibir una remuneración, gastar en comer,
pagar, comprar, obtener, etc. Ello implica que cuando decides estudiar,
especializarte y obtener mejores conocimientos en una carrera específica lo
haces con el objetivo claro de tener un buen empleo que genere ingresos suficientes
para satisfacer tus necesidades.
También
resulta de la mayor importancia la selección de la profesión y afortunadamente
cada nueva generación tiene más y mejores opciones al decidir qué estudiar;
hace unos años todos soñaban con ser abogados o médicos por tratarse de
profesiones que daban dinero suficiente para tener una “buena vida” mientras
que hoy en día los jóvenes piensan en
algo que no solo les llame la atención sino que sea realmente una vocación y
les brinde herramientas para marcar la diferencia.
De otro lado, si buscamos el significado
de la palabra “felicidad” encontramos que es un estado de ánimo que se produce
al alcanzar una meta o un objetivo deseado y cuyo logro nos genera
satisfacción. En mi opinión, la felicidad consiste también en disfrutar de las
cosas que hacemos y de las personas que nos rodean.
Así
las cosas, teóricamente no es fácil empatar los conceptos de profesión y
felicidad, por eso me considero afortunada en haber encontrado esa conexión en
las historias de mi abuelito quien trabajó desde muy niño y tuvo una carrera
demasiado sacrificada, llena de retos y esfuerzos gracias a los cuales participó
como ingeniero empírico en la construcción de innumerables obras de desarrollo
urbano pues al contarnos sus historias y anécdotas, y referirse con orgullo a tal
o cual carretera, al hipódromo o al autódromo, me hace pensar que algún día yo
también quiero poder decir con orgullo “yo hice tal proyecto, participé en tal
estudio de mercado o en X campaña que impulsó a esa empresa o que en su momento
resultó muy importante para determinada empresa”. Obviamente él nos enseñó que
para lograr esa satisfacción unida a la emoción, es necesario luchar pues el
camino que toca recorrer nunca es fácil; en realidad, la felicidad en nuestra
profesión se encuentra en los obstáculos que logremos superar en el camino.
Para muchos, incluyéndome, la felicidad
en la vida profesional es algo que nunca se logra, de manera que llega a
convertirse en un mito y por eso el trabajo se convierte en una carga que
deseamos terminar lo más pronto posible.
Yo solamente llevo un mes trabajando y la verdad no ha sido fácil, porque no siempre tenemos un jefe buena
onda que nos ayuda y nos enseña, todos sabemos que existe el jefe regañón, que exige
sin formar y que piensa que es superior a los demás. Sin embargo, en esos
momentos pienso en como mi abuelito habla de cuánto le dolió retirarse y sentir
que no era útil después de su jubilación y me doy cuenta que si una persona que
tuvo una vida mucho más dura que la mía amaba su trabajo y encontró en él su
realización y su felicidad, tiene que tener un secreto.
El
secreto es el amor hacia lo que haces, hacia lo que creas, no al dinero que ganaremos
a fin de mes; ese amor es el que genera la satisfacción de hacer algo
importante, algo que tú sepas que hiciste aunque los demás no lo noten y llegar
el punto de tu vida donde podrás contarlo con la cabeza en alto al decir “yo
trabaje allí” sin pensar en el empleo como un trabajo sino como una
experiencia, como una lección de vida donde cada dificultad, cada
reconocimiento, cada error, cada idea brillante forman parte de la experiencia feliz
de tu profesión.
El
secreto, si lo pensamos bien y lo vemos no desde la perspectiva de un joven que
trabaja solo por querer una paga para salir con sus amigos, sino desde la
óptica de una persona a quien realizar las tareas propias de su profesión le
apasiona, le inspira, le da gusto, alguien que no simplemente estudio por
estudiar sino para quien su trabajo es una forma de generar progreso y de
ayudar a los demás por medio de su conocimiento y sus habilidades.
Ese
es el legado de mi abuelito. El no solo
me enseñó valores que aplico en mi vida diaria, además me ha enseñado algo que
no aprendes en la universidad o en el trabajo, él me mostró lo que es ser
realmente feliz en tu profesión. El me mostró ese secreto que no queremos ver,
que ignoramos o que consideramos algo inalcanzable, o peor aún, que pensamos que
lo vamos a conseguir en dos meses de trabajo o en nuestro primer empleo. Me
mostró lo ingenuos y los ignorantes que podemos llegar a ser, porque realmente
trabajar por trabajar es hacer que tu vida no tenga sentido es simplemente
vivir sin dejar una marca ni generar un cambio. Porque, admitámoslo, todos
queremos que nuestro país progrese que todos sepan que existimos pero no
queremos esforzarnos en hacer que eso realmente suceda.
Así
que he podido ver y conocer que la felicidad en la vida profesional existe pero
no es fácil lograrla… Si así fuera, qué sentido tendría? La felicidad se logra cuando luchas por
alcanzarla, no está allí cuando te quejas pero sigues viviendo en una monotonía
laboral. Se alcanza cuando tienes motivación, cuando tienes el sueño de ser
alguien con una historia que contar e inspirar y demostrar que las cosas que
pensamos que no se pueden lograr por que las vemos como una ilusión, realmente
se pueden materializar cuando ponemos empeño y nos demostramos que somos
capaces de traer a la realidad los sueños e ideales que tenemos… y los vemos
suceder.